El panadero que baila y vende
Este fin de semana, un amigo me contó una buena historia.
Resulta que cuando transitaba sus años 20's, era dueño de un pequeño club en Argentina. Algo así como un boliche o una disco en una de las provincias vecinas a Chile.
Contaba mi amigo que para poder operar uno de ellos, necesitas de un socio que haga el "trabajo sucio" de impedir que ingrese la droga o la prostitución.
"Es imposible que el boliche funcione si no cuentas con un tipo como estos"
Este socio es, además, quien tiene contactos con la policía y negocia con ella cuando la cosa se pone áspera.
Cuando mi amigo lo encontró, ya era un empresario de la noche. Tenía varios locales en propiedad.
Pero lo más curioso de la historia no es como este hombre tenía en su bolsillo a los dealers, a la policía y a las prostitutas, sino como comenzó a amasar su pequeña fortuna: vendiendo churros en la calle.
Su estrategia de venta consistía en vender por docena, pero en la bolsa, siempre le agregaba uno de más.
Es decir, ponía 13 churros en vez de 12.
Los clientes comenzaron a desparramar la voz.
"En la esquina, hay un tipo que te vende churros y te da una uno de más sin darse cuenta"
La gente hacía cola.
Inspirado en Warren Buffett, esta historia nos deja un aprendizaje: "Un simple hombre con un plan siempre vence a un genio sin uno."