Specific is beautiful 🚲
Hay productos y experiencias que jamás podremos olvidar.
En mi caso, mi primera bici. Allá por los años 80’, en mi Goya natal, recorrer en bici sus calles en busca de heladerías y parques, era la gran atracción.
Por alguna casualidad, sucedió lo siguiente:
No puedo traer a mi memoria la marca de mi bici, ni de la de mis amigos.
Recuerdo con exactitud milimétrica la marca de los frenos y cambios de todas las bicis: Shimano
Shimano es una multinacional japonesa; sus acciones cotizan en la bolsa y tiene una valoración cercana a los $10 billones USD, es decir, igual que YPF o el banco Sabadell y Mapfre juntas.
Para mi sorpresa, esta compañía jamás fabricó una bici.
Si bien hoy ya desarrolla muchas líneas de negocio (desde calzado hasta ropa) durante décadas se dedicó específicamente a vender componentes para cualquier bicicleta del mundo.
La historia de esta empresa deja un aprendizaje a todos los que diseñan estrategias de negocio, marketing, producto o innovación: "Specific is Beautiful"
Ser específicos requiere coraje (decir que NO a otras oportunidades) pero acelera la tracción:
Ayuda a encontrar más rápido la audiencia mínima viable, para luego escalar.
Te posiciona en el mercado en un eje donde estás solo y tu producto o servicio es la única respuesta.
Todo es fácil cuando queremos ofrecer de todo para todos y todas.
Pero quizás cuando las cosas no funcionan, esta historia tal vez nos enseñe que deberíamos dejar de “vender la moto”.
¿No será el momento de vender solo componentes?